Do El Heraldo:
Chávez sigue comandando a Zelaya
Desde que Honduras suscribió el acuerdo de Petrocaribe, el ex militar golpista se sintió con la potestad de interferir en los asuntos políticos de este país sin importarle el derramamiento de sangre
Tegucigalpa,
Honduras.
El 25 de agosto de 2008 los hondureños comenzaron a sentirse incómodos con la presencia amenazante del presidente y ex militar golpista venezolano Hugo Chávez.
La injerencia directa del dictador venezolano comenzó cuando le ofreció al gobierno de Manuel Zelaya Rosales un trato preferencial en la venta de derivados del petróleo a través del acuerdo de Petrocaribe.
En marzo del 2008 el Congreso Nacional, por petición de Zelaya, aprobó que Honduras firmara el acuerdo. Posteriormente el Ejecutivo, sin consultar al Legislativo, el 25 de agosto, firmó en Casa Presidencial la adhesión de Honduras a la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba).
Sintiéndose con poder para interferir en la paz de Honduras, el dictador la arremetió contra aquellos sectores que se oponían a que el país se adhiriera a la Alba.
En un encendido discurso calificó a sus adversarios como "pitiyanquis, vende patrias". En ese mismo evento, Chávez ofreció donarle a Honduras 100 tractores para mejorar la producción.
Cuando por fin llegaron las máquinas el entonces presidente hondureño, emulando a Chávez expresó: "aquí están los tractores a los que se oponían los pitiyanquis". "Todos los que han estado en contra de la Alba es porque tienen temor de perder sus negocios, sus concesiones y privilegios", manifestó Zelaya.
Siguiendo las enseñanzas del venezolano, el entonces presidente hondureño planteó la colocación de una cuarta urna para pedirle a la gente que vote si está de acuerdo o no con el montaje de una Constituyente.
Así quedó a la luz pública el fin reeleccionista de Zelaya, como se ha practicado en todos aquellos países del bloque chavista.
Fue el mismo Chávez quien le proveyó a Zelaya todo el material para que realizara el 28 de junio la consulta de llamado a la conformación de una constituyente.
Con los "petrodólares", Chávez logró una gran influencia sobre Zelaya, pero nunca pudo manipular al pueblo, a los políticos y a la clase empresarial del país.
Amenaza
El derrocamiento de su discípulo alteró los ánimos de Chávez, pues perdía uno de sus peones en su juego de ingerencia en América.
El 28 de junio, Zelaya comunicó a su protector que lo habían expulsado de Honduras y que estaba abandonado en Costa Rica. Esto desató la ira del dictador: "Si juramentan a Micheletti, o a peleletti o gafetti o a goriletti, lo derrocaremos. Lo derrocaremos, así lo digo", dijo con su acostumbrada verborrea.
El enfadado jefe de estado suramericano responsabilizó al alto mando militar y a la derecha hondureña por el golpe, al tiempo que insinuó la participación de la CIA.
"Haremos todo lo que tengamos que hacer para que Manuel Zelaya sea restituido en su cargo", aseguró.
"He puesto en alerta a las Fuerzas Armadas venezolanas", advirtió como acostumbra amenazar a los colombianos. Inmediatamente puso a la disposición de Zelaya dos aviones para que se movilizara por todo el continente implorando apoyo para su restitución.
Después de sus amenazas, Chávez partió hacia Managua para reunirse con los miembros de la Alba, a la cual asistió el gobernante cubano Raúl Castro, quien condenó el rompimiento- según él- del orden democrático en Honduras.
La manipulación que realiza Chávez sobre Zelaya quedó en evidencia el cinco de julio, cuando desde una oficina en Caracas le decía qué era lo que debía hacer para llamar la atención mundial y generar violencia. Ese día, Zelaya, subido en un avión venezolano, le informaba -vía teléfono- a su benefactor que estaba a punto de aterrizar sobre Toncontín, pero que los militares se lo estaban impidiendo
Luego la prensa internacional publicó una fotografía de Chávez sentado frente a un televisor con la imagen del aeropuerto Toncontín, y al fondo en una pizarra de formica se leía: 051345JUL09. Enjambre de abejas africanas. Tribuna Presidencial. Heridos por picadas y desesperación de las personas.
Para el experto en temas políticos y de seguridad, Mario Berríos, la foto mostraba a Chávez dirigiendo una operación militar, cuyo objetivo era que en la manifestación hubiera muertos y heridos y que la desesperación en la población comenzara a crear un clima de anarquía e intranquilidad.
Otro hecho que revela la ingerencia de Chávez en los asuntos políticos de Honduras fue cuando regañó a Zelaya por haber aceptado un proceso de mediación dirigido por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, el cual inició el nueve de julio.
Pero la injerencia de Chávez no concluye ahí. El pasado lunes, tras la confirmación del ingreso de Zelaya a Tegucigalpa, imágenes de Telesur difundían el diálogo que el ex mandatario tenía con el ex militar golpista Chávez.
El presidente venezolano interrumpió un acto público en el que participaba para atender la comunicación que sostenía con el depuesto presidente. Chávez le manifestaba su agrado por el ingreso que había hecho de manera irregular a tierra hondureña.
* Manipulación: Chávez ha manipulado hasta la Organización de estados Americanos (OEA) para restituir a Zelaya, sin embargo, no ha logrado su propósito.
quarta-feira, 23 de setembro de 2009
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